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Chile

Necesitamos más inversiones en el litio para conservar nuestra primera posición en cuanto a productores mundiales y si para Codelco es buen negocio, que también se inserte.

Lunes 10 de Septiembre de 2012.- Alberto Salas es el presidente de uno de uno de los gremios con mayor poder económico en el país, la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).

Y aunque éste no es un grupo con gran impacto mediático, tiene una enorme influencia sobre el gobierno. De hecho, Salas se reúne con ministros prácticamente todas las semanas.

La Sonami reúne a las empresas privadas de la minería y su poder se ampara en el enorme aporte al Fisco en concepto de impuestos que realizan, de alrededor de 6 mil millones de dólares anuales.

Un dato no menor es que el aporte de la minería privada este año sobrepasaría al de Codelco (el conjunto de los impuestos mineros representa casi un cuarto del presupuesto de la nación).

Con lo anterior, la Sonami ha sentido el derecho de hacer sentir su malestar ante lo que han llamado "falta de políticas públicas en torno al desarrollo energético", que mantiene a Chile como el país más caro de la región en cuanto a electricidad. Este tema preocupa tanto al gremio, que en la última Cena de Negocios Mineros desarrollada en Antofagasta fue el eje central de la discusión y el ministro de Minería, Hernán de Solminihac, ocupó gran parte de su discurso en explicar el nuevo proyecto de la carretera eléctrica (que fue lanzado la semana pasada).

Por su parte, el presidente de la Sonami, Alberto Salas, criticó las señales que está dando Chile a la inversión extranjera, por lo ocurrido con la Central Castilla.

¿Qué les pareció la decisión de la Corte Suprema sobre no autorizar la construcción de la termoeléctrica Central Castilla?

-Respetamos el fallo, pero los efectos son de diversa naturaleza y son importantes para Chile... El sector minero entrega las más altas remuneraciones, es el más competitivo y aporta al Fisco casi un 23% de los ingresos fiscales (sumando los impuestos que pagan las privadas y Codelco). Además, tenemos una cartera de proyectos de unos 100 mil millones de dólares.

Para poder desarrollar todo esto, la minería necesita superar varios desafíos. Estos son la energía, los recursos hídricos y el capital humano.

La Región de Atacama no sólo necesita más energía, sino que además tiene problemas de transmisión de ésta, ya que está al final del Sistema Interconectado Central (SIC).

El proyecto Castilla, que justamente se ubicaba en la Tercera Región, venía a suplir esta demanda. Pero no sólo era bueno para la minería, sino también para el resto de los consumidores, pues al haber más competencia entre las generadoras, también baja el costo. El primer efecto, entonces, es que los proyectos en Atacama se van a volver más costosos.

Además hay otro efecto. Somos un país en crecimiento que no tiene todo el financiamiento para llevar a cabo sus proyectos. Requerimos de inversión extranjera. Chile tiene muchas características positivas para atraer inversión. Somos un país serio, que tiene institucionalidad, con equilibrio macroeconómico independiente a los cambios de gobierno y "contábamos" con reglas claras.

En cuanto a Castilla, se cumplía con las normas de institucionalidad ambiental. Pero luego a alguien no le pareció el proyecto y aparece una nueva instancia legal, un tribunal que no es técnico, y que opina que este proceso está malo.

¿El punto de vista de Sonami es que se revise toda la institucionalidad ambiental?

-Más que revisarla, es que nuestro país se ponga de acuerdo. Que fijemos las normas claramente y les digamos al mundo "estas son nuestras reglas". No puede pasar que después un empresario diga "yo hice lo que me pidieron, pero después igual me lo rechazaron".

¿Les quita competitividad el precio actual de la energía?

-Sí, porque en Perú, por ejemplo, la energía cuesta un tercio de lo que cuesta acá. Y Perú es un país que está creciendo en minería. El costo principal de la industria minera en Chile es justamente la energía.

Nosotros tenemos otras ventajas, como la estabilidad política, escasa corrupción, mano de obra muy calificada, pero no basta. El alto valor de la energía nos juega en contra.

El litio

¿Es partidario u opositor a que Codelco participe en la explotación del litio?

-El litio no es estratégico. Existe en todas partes del mundo. Chile, eso sí, tiene condiciones de radiación y concentración de las sales, que lo hacen más competitivo.

En Chile se puede pedir una mina de oro, de hierro, pero no se puede de litio pues es del Estado. Nosotros somos proclives a liberalizar el litio, pues no hay ninguna razón para que su explotación esté restringida.

El litio salió como un tema muy relevante, pero de todas las exportaciones de Chile es el 0,4%. No es la panacea ni lo más importante. Además con las reservas mundiales conocidas, hay para mil años.

Necesitamos más inversiones en el litio para conservar nuestra primera posición en cuanto a productores mundiales y si para Codelco es buen negocio, que también se inserte.

Escasez de operarios

Cuánta mano de obra le falta a la minería chilena...

-Estimamos que con la inversión programada, necesitaremos contar con 100 mil nuevos empleos directos. Estamos hablando de los próximos 10 años. A esto se suman 300 mil empleos indirectos.

Este es un punto interesante, pues antes las minas requerían principalmente ingenieros en minas y geólogos. Ahora los proyectos son tan complejos que necesitamos de todo tipo de profesionales.

Los proyectos tienen que ser armónicos con su entorno. Hay que mirar el medioambiente, el turismo, el patrimonio... De hecho, la minería es la industria que contrata más arqueólogos en Chile, pues hay que mirar si donde se desarrollará el proyecto, existe algún resto arqueológico.

También necesitamos más mujeres, pues son sólo el 8% de la fuerza laboral de la minería. Ellas han probado que son muy buenas en este mundo, pues son muy preocupadas del autocuidado y la seguridad.

Valores

El precio del cobre tuvo una baja hace poco, ¿cómo se proyecta en los próximos años?

-Nuestras estimaciones son moderadamente optimistas. El mundo necesita cobre para desarrollarse. Afortunadamente un tercio de las reservas del mundo están en Chile.

Como siempre se demanda un poco más de lo que se produce, nosotros estimamos que buenos precios vamos a tener por mucho años más.

¿Para cuántos años nos quedan reservas de cobre?

-Nosotros estamos explotando 5 millones de toneladas anuales y hoy conocemos que existen 400 millones de toneladas. Es decir que habría minería para unos 80 años más.

En el año '80 en Chile se conocían yacimientos por 100 millones de toneladas. Ahora ya conocemos yacimientos por 400 millones de toneladas. Como se sigue explorando, esto da para mucho rato.

¿Por qué no se fabrica materiales de cobre con mayor valor agregado y sólo se exporta concentrado?

-Fundir en Chile es más caro. Nos conviene más exportar el concentrado. Lo podemos ver de otra manera. En Chile no hay ninguna ley que prohíba construir fundiciones. Si fuera un buen negocio, Escondida, Collahuasi, Pelambres, las tendrían. Si algún día es negocio y se crea valor de verdad, se van a hacer.

¿Cómo está actuando la minería en este momento en cuanto a la Responsabilidad Social Empresarial?

-Somos líderes en ese tema. Una de las razones es que nuestros socios más grandes son de capitales extranjeros donde las prácticas de RSE son habituales.

¿Qué están haciendo para mitigar los daños medioambientales?

-La minería se preocupa tanto de este tema, que es reconocida como líder en cuidado del medioambiente. La ciudadanía esta empoderada y está muy bien que así sea. Si hacemos un daño, nos van a pasar la cuenta.

¿Cómo se vienen las negociaciones colectivas?

-Este tema es particular de cada empresa y sus sindicatos. Lo que sí es importante señalar es que las remuneraciones de esta industria son más del doble que las del país. Es la actividad con más alta tasa de sindicalización y menor de conflictibilidad. Lo que pasa es que cuando en la minería pasa algo, todos los medios están pendientes.

¿Existe conciencia sobre el impacto que está teniendo en Antofagasta y las otras ciudades de la zona norte, la minería? Sobre todo tomando en cuenta los altos precios...

-Absolutamente. Esta zona aporta al país de una manera tremendamente significativa. Los impuestos se recuperan en el centro, se hace el presupuesto de la nación y se reparten las platas. No siempre vuelven a las regiones en una cantidad adecuada a los requerimientos.

El ideal es que pudiéramos tener, tal como en Europa, muchas ciudades bien desarrolladas con universidades, servicios, etc.

Si acá se genera tanto y esa plata se gasta en hacer más líneas de metro en Santiago, eso genera disonancia. Calama, con todo lo que produce, debería estar mucho mejor.

Entonces no ven con malos ojos que tengamos un retorno especial de estos impuestos a las regiones mineras...

-Sin duda. Aunque es un tema del Ejecutivo y bien delicado. Es cierto que hemos tenido un progreso y Antofagasta no tiene nada que ver a cómo era hace 20 ó 30 años, pero falta infraestructura y otras cosas que le corresponde al Estado desarrollar.

¿Está la minería pagando los impuestos que debe pagar?

-A nivel mundial se está mirando a la minería en cuanto a este tema. Yo diría que es una tasa aceptable para el momento en que estamos.

La plata que gana una industria, generalmente se reinvierte, pero si yo le aumento el impuesto, no puede reinvertir tanto. Lo importante es que los impuestos se gasten eficientemente.

Un país no puede subir los impuestos a su antojo pues nadie va a querer invertir ahí.

La minería paga los mismos impuestos que el resto de los negocios de Chile, pero adicionalmente paga un específico.

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