Chile
Familiares y amigos participaron de una misa para realizar un homenaje a sus seres queridos
Jueves 06 de Septiembre de 2012.- Todo ocurrió cerca de las nueve de la mañana, del martes 5 de septiembre de 1967. A esa hora, centenares de calameños se alertaron con un estruendo aterrador y por eso, al salir de sus casas y mirar hacia Chuquicamata, supieron de inmediato que algo grave había ocurrido.
Algunos relatos de la época hablan de un shock incontenible. La magnitud de la explosión generó una impactante polvareda, que incluso fue capaz de apagar el día por largos minutos, borrando por completo el intenso sol que caracteriza a esta tierra minera.
Hoy, a 45 años del accidente, las familias de los caídos en el “polvorazo”, recordaron a sus seres queridos con orgullo y emoción, en una misa que se realizó en la Parroquia del Salvador.
Recuerdos
Jorge Villalobos Páez tenía 33 años, cuando murió producto de este accidente. Su hijo, que con orgullo lleva el mismo nombre, recuerda que a los 11 años acompañó por primera vez a su fallecido padre y compartió con sus compañeros, quienes también serían víctimas de la explosión. Hoy sigue sus pasos en la minería, trabaja en la Concentradora y valora este homenaje. “Esta ceremonia es muy emotiva porque son recuerdos a trabajadores que dieron la vida por su trabajo y yo los conocía bien. En esos tiempos los papás nos llevaban en vacaciones a sus trabajos, así que conocía aquellos camiones de explosivos e incluso almorzaba con todos ellos”, contó el trabajador.
Con igual emoción, los hermanos Oliva Concha, pudieron estar nuevamente frente a los recuerdos de su padre, quien murió cuando Rolando Enrique Oliva Concha tenía sólo 14 años. “Durante los años que lo conocí, fue un padre ejemplar y un muy buen amigo. Ahora vengo unas 4 veces en el año a verlo. Para mí es un minero heroico, lo tengo en un pedestal y lo que me enseñó, lo reflejo en mi familia. Ahora mis hijos también son mineros”, destacó Rolando.
Uno de los integrantes de la comisión organizadora de este homenaje, Rubén Bustamante, explicó que “para esta fecha, hacemos un alto en el trabajo, un alto en la mina y realizamos una misa para recordar a nuestros caídos. Esta es una oportunidad para que los trabajadores y familias puedan recordar a sus parientes e interiorizar lo importante que es la seguridad”.
Luego de participar en la misa, los familiares y amigos de las víctimas participaron de una romería en los cementerios de Chuquicamata y Calama, donde descansan los restos de sus seres queridos.
Victimas del “polvorazo”
Las 22 victimas del 5 de septiembre de 1967, fueron: Enzo Guerrero Pasten, Ramón Puelle Castro, Héctor Pizarro Cortés, José Díaz Ortega, David Zepeda Zepeda, Luis Tapia Ovalle, Óscar Soza Salinas, Geroncio Oliva Codoceo, Jorge Villalobos Páez, Luis Alburquenque Portilla, Jorge Castro Gallardo, Luis Galleguillos Copa, Maximiliano Peredo Fuentes, Pedro Vargas Torres, Luis Sola Escutti, José Carvajal Castro, Arturo Castro Gallardo, Pedro García Gavia, Juan Rojas Romero, Oscar Mendizábal Castillo, José Saavedra González, Felipe Rojas Urquieta.
Portal Minero