Chile
Por sus características de macizo rocoso, las tecnologías e innovaciones utilizadas en la construcción del San Gotardo, en Suiza, ya tienen importantes repercusiones en obras subterráneas de nuestro país.
Lunes 22 de Agosto de 2016.- La extensión del túnel San Gotardo, formado por 57,1 km que unen Zurich con Milán, constituyen un inédito y notable logro en materia de ingeniería de túneles, ya que atraviesa uno de los más altos macizos alpinos, con un trazado a unos 2.000 metros por debajo de la montaña, uniendo el norte y sur de Europa.
La perforación de la montaña llevó 12 años. El 80% de la obra se hizo con tuneladoras T.B.M. (Tunnel Boring Machine) el resto fue logrado con el tradicional sistema Drill and Blast. “Las características del macizo rocoso, cordillerano, presentan similares desafíos a las que enfrenta la minería chilena. Por ello en nuestro país ya se está evaluando y ejecutando obras con TBM, que requieren por su tecnología el uso de aditivos Hiperplastificantes, acelerantes de fraguado libre de álcalis, estabilizantes, agentes para mejorar el bombeo para el transporte del material excavado, desincrustantes de arcillas, reductores de abrasión; todos elememtos que hacen posible el funcionamiento de la tuneladora”, explica Carlos Muñoz, Gerente de Negocios de Concrete de Sika Chile.
El especialista agrega que “el hormigón proyectado de alto desempeño utilizado para fortificar la excavación del túnel San Gotardo fue la base para la posterior aplicación de las membranas impermeables Sikaplan. Posteriormente, en el revestimiento de hormigón, se utilizaron aditivos también especialmente diseñados para esta mega obra, de manera de asegurar los altos estándares de diseño de la estructura del túnel”.
Un modelo para Chuquicamata
Las características del proyecto, un real desafío para la ingeniería local, ya ha internalizado en la operación en Chile muchas de las tecnologías usadas en San Gotardo. Chuquicamata subterránea es un ejemplo, donde se utilizan en la proyección de hormigón equipos robotizados, además de trabajar en la reutilización del material que se extrae, a modo de dar mayor sustentabilidad a toda la estructura.
La obra europea ya ha sido reconocida mundialmente, batiendo importantes records, como el uso de aproximadamente 20.000 toneladas de hormigón: 3,3 millones de metros cuadrados de impermeabilización con membranas Sikaplan, lo que equivale a aproximadamente 330 canchas de fútbol. En total, se transportaron unas 40.000 toneladas de productos, en su mayoría innovaciones hechas a la medida del proyecto por los profesionales de Sika, para el macizo de los Alpes, a través de 1.700 vagones de carga.
Para SIKA, el túnel de San Gotardo supera cualquier precedente en la historia de la compañía. Desde el inicio de las pruebas preliminares de la obra en 1992, los empleados de Sika han trabajado más de 210.000 horas en el proyecto, que ya fue puesta en marcha en junio pasado para el traslado de carga y se espera su inauguración oficial para el recorrido de trenes de pasajeros en diciembre de este año.
Por estas características, explica Carlos Muñoz, San Gotardo “se está convirtiendo en todo un referente para el trabajo de la minería subterránea a nivel mundial y creemos que marcará un precedente en obras de gran envergadura en Chile, precisamente en momentos en que la minería nacional necesita innovar para responder a las exigencias de los mercados mundiales y revertir la restricción económica que ha congelado algunos proyectos”.
Sika