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Según Cochilco a nivel regional Antofagasta dejaría de ser la mayor región en consumo de agua fresca el 2015 con un 43% a nivel nacional, pasando a un 20% del total nacional en el 2026.
Martes 10 de Noviembre de 2015.- La ministra de Minería, Aurora Williams; y el vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) junto a la ministra de Minería, Aurora Williams, dio a conocer Sergio Hernández, presentaron este martes el informe “Proyección del Consumo de Agua de la Minería del Cobre al año 2026”, oportunidad en la que se destacó que una mayor demanda de agua de mar hará caer el consumo de agua fresca.
Según el documento, en lo que se refiere al uso de agua fresca, al 2026 se espera una disminución del consumo esperado años 2015-2026” que da una mirada prospectiva del consumo de agua fresca y de mar que requerirán las empresas productoras de cobre en el próximo decenio.
El informe –presentado en el Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile-, señala que el consumo de agua fresca de las compañías que producen cobre llegará a 10,8 m3/s, seg al año 2026, esto es un 19% menos del estimado para el 2015. A nivel regional este consumo manifiesta un cambio de tendencia, pues Antofagasta dejaría de ser la mayor región en consumo de agua fresca el 2015 con un 43% a nivel nacional, pasando a un 20% del total nacional en el 2026. Esto significaría ser superada por Atacama que consumiría un 23% del total esperado a nivel país
En términos de procesos, el consumo en plantas concentradoras mantendría el liderazgo dada la falta de nuevos proyectos del área hidrometalúrgica del cobre y el agotamiento de minerales lixiviables. De un 71% del consumo de agua fresca esperado al 2015, las concentradoras llegarían a representar un 82% al 2026, mientras que el proceso de electro-obtención de cátodos caería desde un 12% a un 4% en el mismo periodo. Según la condicionalidad de los proyectos, el consumo esperado de agua fresca sería soportado principalmente por proyectos y operaciones de mayor probabilidad de materialización (condición Base y Probable), que explicarían un 87% del consumo esperado al 2026, agrega el informe.
En lo referente al consumo esperado de agua de mar, a diferencia de lo que ocurre con el de agua fresca, se espera un crecimiento de 14,1% anual hasta el 2026, es decir, un aumento hasta 10,7 m3 /s, 4,3 veces el valor esperado del 2015. Tal crecimiento se daría principalmente en la región de Antofagasta que llegaría hasta los 8,5 m3/s el 2026, pero también a los nuevos proyectos en Coquimbo y Tarapacá, que significarían un 11% del consumo esperado de agua de mar para aquella fecha.
Si bien el mayor crecimiento del consumo de agua de mar provendría de proyectos de concentración de sulfuros (representando un 91% entre los distintos procesos de la minería del cobre al 2026), este crecimiento está ligado a una mayor variabilidad, pues del total esperado al 2026 un 40% se encontraría bajo una condición Posible o Potencial en su materialización.
Sobre el impacto que tendría la utilización de agua de mar desalada en las operaciones mineras con un consumo superior a 200 l/s, la estimación conceptual realizada por Cochilco permite apreciar que para un costo de la energía de 100 USD/MWH las faenas estudiadas podrían aumentar sus costos en un promedio de 16 cUSD/lb, variando según las necesidades de impulsión (distancia a la costa y ubicación de la planta) en un rango de 7 y 27 cUSD/lb bajo los supuestos entregados, destaca Cochilcoen relación con lo previsto para el actual ejercicio, debido, principalmente, al mayor consumo de agua de mar por parte de las empresas.
La ministra de Minería, destacó el esfuerzo que están realizando las empresas mineras de aumentar el consumo de agua de mar y liberar así el consumo de agua fresca, tan escaso en la zona norte del país.
“En vista de la escasez hídrica, es importante que el agua de mar aumente su participación en el proceso productivo, y para ello son cada vez más las mineras que se han sumado a la construcción de sus propias desaladoras para enfrentar limitaciones de agua fresca en la medida que esto sea factible, tanto técnica como económicamente”, enfatizó la ministra.
De acuerdo con el informe de Cochilco se prevé que el consumo de agua de mar llegará a 10,7 m3/s el año 2026, es decir 4,3 veces el valor esperado para este año, debido a la utilización de agua de mar en los nuevos proyectos y por las expansiones de las plantas existentes, entre las que destaca, la desaladora Coloso, que estima un inicio de operación el año 2017 con una capacidad de 2.500 l/s.
La ministra precisó que la mayor cantidad de proyectos que utilizarían agua de mar en sus procesos están en la región de Antofagasta, por ello se prevé una reducción en su participación de consumo nacional de agua fresca desde un 43% el 2015 a un 21% el 2026. “Como Gobierno, hemos afirmado que no hay desarrollo ni calidad de vida, sin un uso eficaz y sustentable del agua. Por ello, asegurar el agua para Chile es asegurar su futuro”, enfatizó.
La autoridad además expresó que la disminución en el consumo de agua fresca en la industria, “es parte de nuestra agenda, por ejemplo, el reciente Pacto Estratégico firmado por Codelco y la FTC, se dio a conocer la propuesta que espera reducir en un 30% el uso de agua fresca en la actividad minera estatal”.
Respecto a los consumos unitarios de las dos principales procesos para procesamiento de mineral, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco señaló que el proceso de obtención de cátodos por la vía hidrometalurgia (SxEw) pasaría de representar un 12% del consumo de agua fresca en el 2015, hasta un 4% en el 2026, reflejando una caída de un 10,7% en el consumo. En el caso del proceso de concentración de sulfuros de cobre pasarían de ocupar un 71% del agua fresca a un 82% del total.
Finalmente la autoridad hizo un llamado a la industria a pensar en grande y buscar las alternativas eficientes del recurso hídrico y ver el uso de agua de mar, “no sólo como una práctica innovadora, sino que también como un valor social que contribuye a la comunidad y a todo un país”.